jueves, 27 de octubre de 2011

Un abrazo

Bueno, quedan pocas horas para partir. Por suerte el visitar a mi hermano en mi primera escala hace que vea el viaje con otra perspectiva.
El día de hoy ha sido bastante duro. Muchas angustias, miedos e ignorancias a lo desconocido. Supongo que es lo que debes sentir cuando te enfrentas a ello.
Por suerte he recibido una visita en mi momento más comprometido y he podido distraerme un poco.
Al partir algo así como un ritual: un abrazo y una promesa, junto a un “venga que en cinco días vuelves”.

Atrás quedan los cuatro mejores meses de estos últimos años.
La satisfacción de haber acabado la carrera, con un último año de locos y excluido ha dado paso a momentos magníficos en los que siempre se ha repetido el mismo factor: los amigos.
Para enmarcar, el 16 de Octubre. Día en el que fui feliz viendo lo que ellos hacían.
(Grande equipo, gran triatlón) El año próximo más Pasta Party.