Nueva Zelanda

Nueva Zelanda:

Como siempre aconsejo al que quiera ver bien las fotos que pinche sobre una y las pase en modo galería.

Poco tengo que descubriros de esta pequeña nación colgada en el fin del mundo. Creo que todos la conocéis por lo que realmente es, un paraíso natural donde todo esta perfectamente cuidado. Sus paisajes son realmente de ensueño. Un poco similares a los que uno se puede encontrar en escocia pero con otra escala.
 

En Auckland coincidí con la Volvo Ocean Race y el día de San Patrick’s. Con lo que la ciudad estaba sobre animada. Grandes veleros procedentes de Sudáfrica flanqueaban el puerto y encarecían los sueños de todo navegante. 
 

Para bajar hasta Queenstown utilice un método que me había proporcionado un amigo francés en Chile. Consiste es una web llamada www.transfercar.co.nz que básicamente te proporciona coches a coste cero con el ferry pagado, un tanque de gasolina y seguro gratuito. Te dejan 5 días para llevarlo desde Auckland hasta Christchurch y si eres un poco espabilado, te o pillas grande para poder dormir dentro. Estos fueron mis transportes.



De Norte a Sur, el paisaje es completamente irregular y diferente. Se podría decir que a cada curva que das con el vehículo, cambias completamente de escenario. En el Noreste de la Isla Norte predominan las playas de aguas claras, el centro es una zona elevada con mucha presencia de roca volcánica y grandes bosques, mientras el este es una zona más de cultivos y ganado. En el sur de la Isla se encuentra Wellington, la “capital” (a efectos políticos) de NZ. No llega al extremo de “modernidad” de Auckland pero los grandes edificios y museos se acoplan bien a la escala urbana y te sientes es una buena ciudad. Desde aquí se toma el ferry que conecta la Isla Norte con la Sur.


El barco fue bastante horroroso ya que enganche una castaña de viento y lluvia que hacían tambalear al bicho ese de mala manera. Para entrar al lavabo había cola… ya os podéis imaginar. Muy iluso de mi, decidí que era el momento idóneo para escribir postales. También os imagináis, no?  Un mareo que pa que. Y ni una sola línea recta.

Es un país realmente pequeño, de tan solo 4.5 millones de habitantes, con lo cual las zonas rurales de la Isla Sur se transforman en grandes extensiones de prados con pequeñas cabañas de madera blanca donde habitan las familias propietarias de esas tierras.



El sur esta separado por una cordillera en Este y Oeste. El Oeste retiene todas las precipitaciones del mar Tazmanico; es verde y montañoso. Allí es donde están la mayoría de los famosos circuitos de montaña, realmente es una maravilla. Sin embargo en el Este predominan las grandes extensiones planas y los campos de color ocre. 


Acostumbrado a encontrarme un pueblo cada poco en el Norte y en cada uno, una gasolinera con un Mc Donall’s y un Subway. El sur me jugó una mala pasada ya que los pueblos son escasos y la existencia de gasolineras mucho más remota. La anécdota estaba servida… Me quedé sin gasolina a media noche, conduciendo a 30 km/h y bajando las bajadas en punto muerto. Pero las últimas gotas del depósito, sirvieron para alcanzar un resplandor que se veía en el cielo y localizar una pequeña gasolinera.


En general Nueva Zelanda enfoca su turismo hacia la montaña y los deportes de aventura ya sea en invierno o en verano. Los grandes reclamos son el paracaidismo, el swing (una caída libre de 60 metros describiendo una parábola) y el bunggy (una mezcla entre caída libre y puenting de 180 metros de altura). Hay unas compañías de autobuses asociadas con hostales que ofrecen paquetes para recorrer el país con un sistema de Hop In y Hop Off que te permite quedarte en cada ciudad el tiempo que deseas. Es ideal para chavales de entre 16 y 22 años ya que viajan con todo hecho y con toda la fiesta montada. De 22 en adelante lo más normal es alquilar coches para dos convertidos en motorhome que salen más o menos económicos. 

Queenstown es como un Puigcerda pero más ciudad y mucho mas bonito. Su local más famoso es el Fergburguer que acumula colas en su puerta de 9 de la mañana a 6 de la mañana. Solo voy a mencionar la palabra Big Al, así es como se describe en el menú: 


Big Al 17.00$NZ
Al, entrega una doble porción de carne Neocelandesa de primera calidad (1/2 libra), tiras de tocino, mucho queso, 2 huevos, remolacha (betabel o betarraga), lechuga, tomate, cebolla morada, salsa de tomate & un montón de mayonesa de ajo.



Es la puerta de entrada al Routeburn Track, uno de los ocho great walk’s de NZ. Estos se tienen que reservar por internet en el Departamento de Conservación (DOC)  para poder tener plaza en los refugios. El coste de los great Walks es de 51$NZ por noche. Como veis no son baratos y se duerme en la típica litera de un refugio, sin ducha pero con gas para que te puedas cocinar. Junto a cada Hut (Refugio) hay un Loudge (Hotel), este ultimo cuesta unos 200$NZ n/p pero incluye guías de montaña, cheff’s etc. Caminas a cuerpo de rey y sin cargar los casi 25kg de mochila.


Hay que decir que cuando empiezas a caminar y ves los refugios y como están de bien cuidados los caminos, esos 51$NZ te saben a poco. Cada paso que das, te hace produce más ilusión estar en ese lugar. Y te tomas las entre 4 y 6 horas de caminata con mucha calma. 


El ambiente que se respira en los refugios es muy bonito ya que cada día te encuentras con la misma gente y todo el mundo se reúne junto a la chimenea para conocerse un poco más día tras día. A las 7 de la tarde el Wranger del refugio hace un pequeño speach hablando de las reglas de convivencia, la flora y fauna que te rodea (ni zorra, de esta parte solo entendía cuando hablaban de los Kiwis), como es el camino que te vas a encontrar el día siguiente, el  parte meteorológico y alguna historita o juego para crear un ambiente, si cabe, más acogedor.


De los Great Walks recomiendo El Routebourn Track, enlazado con el Kepler Track (en Te Anau) y el Mildford Sound (el más famoso y antiguo que se debe reservar con 4 meses de antelación). Este recorrido puede llevar unos 12 o 15 días de caminata, dependiendo del descanso que uno se tome entre ruta y ruta. El Abel Tasman y el Stewart Island donde se suelen ver Kiwis.


 Para volver de Te Anau hice autostop y aunque parecía no tener ningún tipo de futuro, el día acabo siendo bastante fructífero. Sobre todo por lo que a lo que la experiencia supuso. El trayecto hasta Queenstown lo hice en tres levantadas, unos wrangers que dirigían un Lodge en Milford Sound, Harry y un Australiano llamado Joe.

Diario:
Tramo 1
Una amable pareja que vive en NZ me ha recogido, trabajan en un Lodge en Milford Track; son Jeff y Linda. Van de camino a Gore para tomar un vuelo a Brisbone, Australia. Se dirigen a una boda es su semana libre. La temporada dicen que esta apunto de acabar y que ahora hay menos trabajo. Me explican el funcionamiento del Lodge. Tiene muy buena pinta. Me paro a mirarlos y llevan todas las pintas, son unos auténticos wrangers.

Tramo 2, Harry
Un Subaru familiar verde que se dirige en sentido apuesto al que yo voy, me hace luces. Se para en el arcén apuesto e insiste, otra tanda de ráfagas. En su interior un anciano de apariencia tranquila y algo misteriosa. Camisa azul, corbata de rayas verdes y jersey verde. Unas largas barbas blancas cubren su cara y se entremezclan con sus largos cabellos blancos. Sus manos arrugadas descansan sobre el volante con una gran alianza de oro. Su vista cansada me observa y de pronto levanta las manos y me invita a subir al coche. 

Algo asustado me acerco al coche y por la ventanilla escucho:

-¿Where are you going? - espeta el anciano.
-To Queenstown- respondo. 
-Come on! I drop you to the main road.-

El anciano parece triste, cansado; nada encaja ya que se dirigía en dirección contraria. De pronto todo parece Host, la peli ce Tarantino… al abrir la puerta un escalofrió sacude mi espalda y el miedo en el cuerpo de invita a subir. Quizás es lo que más atrae del autostop pero la historia empieza aquí:

“Hace ya 5 años que hago lo mismo. Me despierto, desayuno en la soledad y tras un rato de conversar con la nada me aseo y me visto. Vuelvo al comedor para observar que todo sigue igual, nada ha cambiado.
Nací en el Reino Unido y he trabajado para el gobierno en misiones especiales. He vivido la mayor parte de mi tiempo en Africa donde desarrollábamos puntos estratégicos de comunicación par las bases Inglesas. Hay cosas que incluso no podría contar. Su álbum de fotos en el salpicadero del coche concuerda con los relatos. 
Hace 10 años mí mujer y yo decidimos venir a vivir aquí a Nueva Zelanda porque nuestro hijo, medico, tenía aquí una mujer y un buen trabajo. Así que decidimos instalarnos en el campo.
Hace 5 años mi mujer murió y desde entonces, cada mañana salgo del comedor, paso por el salón y empiezo a conducir. Sin ningún destino, hasta que veo a gente como tú. Desde entonces que me dedico a recoger mochileros y los llevo a otro sitio. No tengo nada más que hacer, estoy cansado de visitar a mi hijo y que el nunca me visite a mi.”


Tramo 3

Otro Subaru frena bruscamente en el arcén para recogerme. Es su interior un tipo con camisa de cuadros, gafas de sol, dos mountainbike y barro. Barro por todas partes.
Se trata de un australiano que esta recorriendo con una amiga algunas zonas de nueva Zelanda en bicicleta. 
En 1972 hizo la hippy road. Una ruta que tienen los australianos para desplazarse a europa recorriendo desde Indonesia hasta Turquía por tierra. No tiene mala pinta la verdad.
Todo el trayecto ha sido una charla continua de viajes y bicicleta. Cuando alguien para a recogerte, notas rápidamente el por que lo hace. 


 Esto es lo primero que haces después de 15 días caminando calado hasta las orejas. Y así es como te quedan los pies:

  

2 comentarios:

  1. He encontrado tu blog no sé de que manera, y me he puesto a leer tu viaje por NZ. El año pasado estuve de intercambio en Dunedin, y tuve muchas de las sensaciones que tu has descrito en este post. Cuando he leído lo del anciano Harry, me ha recordado mucho a un anciano que me recogió a mi y a un amigo, cuando estábamos en las mismas circunstancias que tu has descrito. Quizá era el mismo hombre, o quizá no, pero su situación era muy parecida.

    Me he quedado con ganas de leer más cosas sobre NZ, a ver si algún dia escribes una segunda parte.

    Un saludo

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    1. OCP,

      Muchas gracias por el mensaje! Siempre hace ilusión que la gente lea lo que escribes. Más aun si no la conoces.

      Mi estancia en NZ fue solo de 3 semanas. Gran parte del tiempo lo pase caminando por las montañas. Me gustaria poder hacer un segundo post pero aun tengo que colgar los articulos de Vietnam, Camboya e India.

      un abrazo y gracias

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